Lo que no se publica: la última conversación del Culto

Cuando el fuego decide guardar silencio

Esto no es un comunicado.
No fue planeado, ni fue aprobado por un comité o alguna junta.
Es una conversación que se volvió demasiado real y escándalosa cómo para quedarse callada.
Hoy hablamos sin filtros, sin estrategias, sin maquillaje.
Porque lo que estás a punto de leer no es la caída de una marca, para nosotros es el final de una etapa de resistencia que se negó a traicionar sus principios.
Aquí no hay drama, ni teatro, sólo hay verdad.
Y la verdad es que hacer las cosas bien, en este país, se volvió un acto de rebeldía.

El origen del Culto: hacer las cosas bien

Nacimos para enseñar que sí se podía.
Que la cultura cannábica podía ser responsable, educativa y segura.
Que consumir no era pecado y que hablar del tema no debía ser delito.
Durante años fuimos una trinchera de información, un refugio para quienes buscaban aprender sin miedo.
Construimos comunidad, formamos criterio, inspiramos respeto.
Fuimos el espacio donde se podía preguntar sin ser juzgado, y donde cada producto tenía un propósito: proteger a quien lo usaba.

Cuando lo correcto se vuelve incómodo

Vivimos en un país donde las noticias cambian cada hora, pero las heridas siguen siendo las mismas.
Donde se promete justicia y solo llega silencio.
Donde los que levantan la voz desaparecen, y los que se callan prosperan.
Donde el poder se volvió un negocio, y la gente, su moneda de cambio.
Las calles hablan de miedo y cansancio.
Los agricultores bloquean caminos porque sus manos ya no alcanzan para llenar la mesa.
Los negocios cierran, las aduanas se vuelven campo de batalla, y quienes se atreven a señalar el abuso terminan callados antes de tiempo.
Entre tanto ruido, el sistema fabrica nuevas cortinas de humo.
Nos distraen con discursos de protección mientras castigan lo que funcionaba, prohíben lo que era seguro y llaman criminal a quien solo buscaba vivir en paz.
En México, hacer las cosas bien se volvió sospechoso.
Lo legal se complica, lo ilegal se acomoda, y lo justo… simplemente estorba.
Cada ley sin escucha deja una herida.
Cada prohibición sin diálogo apaga un esfuerzo honesto.
Y cada cierre como este confirma una verdad amarga: en este país, el progreso todavía da miedo.

El quiebre: cuando la resistencia se vuelve crimen

Nos dijeron que ser legales nos protegería. Nos mintieron.
El nuevo marco prohibicionista castiga a quienes lo intentaron hacer bien.
Convertir la seguridad en delito no salva vidas, solo criminaliza a los que cuidan.
¿Cómo puede ser justo que vender algo responsable sea más peligroso que hacerlo en la sombra?
¿Cómo puede ser que ocho años de cárcel pesen más que una historia de coherencia?
No queremos jugar chueco ni convertirnos en los villanos.
Por eso decidimos salir del juego.

Las vidas detrás del Culto

Detrás de cada vaporizador hubo personas.
Diseñadores, creadores, empacadores, repartidores.
Familias que encontraron aquí una forma de vivir con dignidad.
Hoy, muchos de ellos enfrentan incertidumbre.
Y eso no es solo una historia de GBC: es el reflejo de todo un país.
El reflejo de miles de mexicanos que trabajan honesto y viven con miedo.Porque cuando las reglas están hechas para pocos, el resto solo sobrevive.

El legado: lo que el fuego deja encendido

El Culto no desaparece.
Solo se transforma.
Seguimos en cada conversación, en cada mente que entendió que la resistencia también puede ser amor.
Seguimos en cada persona que se negó a odiar lo que no entendía.
No sabemos si volverá a suceder.
Pero si el fuego encuentra oxígeno, arderá de nuevo.

Epílogo: lo que queda cuando se apaga la llama

Gracias por creer. Por resistir. Por no rendirse.
El Culto guarda silencio, pero no muere.
Su voz sigue viva en quienes aprendieron a pensar, a cuestionar, a sentirse orgullosos de hacerlo bien.
Y aunque este cierre nos duele, también queremos que signifique algo bonito: nuestra última oportunidad decompartir con ustedes todo lo que hicimos con amor, cuidado y respeto.

Habíamos preparado muchos lanzamientos para navidad, y promociones para Buen Fin, pensadas para acogerlos, para agradecerles por tantos años de lealtad.
Pero ahora, con el Culto llegando a su fin, el Buen Fin será literalmente eso: el fin.
Talvez esta será la última vez que nuestros productos vean la luz, la última oportunidad de llevarse un pedacito del fuego que encendimos juntos.
Después de esto, solo quedará el recuerdo.
Y la historia de cómo una comunidad decidió hacer las cosas bien, hasta el último día.
Seguiremos aquí, hasta quedarnos sin nada, hasta agotar NUESTRA EXISTENCIA 🖤Gods Beard Cult